La Gastronomía típica de Tineo

El blog de Restaurante La Casera

Y ahora vamos con algo importante, si pisas Tineo, lo que tienes que tener claro es lo que tiene que probar, los productos de la casa y que en La Casera tenemos siempre para que puedas degustar.

Vamos con un repaso rápido de lo que no puedes dejar pasar por tu boca una vez que pisas Tineo.

Empezamos por lo más característico de Tineo. 

El Chosco.

Es un embutido crudo-curado con forma redondeada e irregular.

Los ingredientes de los que está hecho puede ser diferentes según la casa en la que se hace o la zona.

Y pueden variar desde usar solamente el cogote del cerdo o la lengua o una mezcla de los dos con piezas de cabecero de lomo o papada.

Una vez seleccionada la carne, se mezcla y adoba con pimentón dulce y picante, sal, perejil y ajo durante unos 4 ó 5 días, más o menos.

Esto todo se mete (embute) en ciego de cerdo (que es el intestino del cerdo). Este envoltorio natural del embutido es comestible, el cuerpo la digiere con facilidad y además, es una parte fundamental y necesaria del producto. 

Luego se ata rodeándolo con una cuerda.

Se pone en un proceso de ahumado, que consiste en someter a los alimentos a los efectos de los gases y vapores de partes de plantas parcialmente quemadas por combustión lenta, que además de dotar de distintos sabores a los alimentos, sirve como conservador de los mismos.

Este proceso dura unos 15 días, aunque los primeros días es más intenso para conseguir que pierda rápidamente la humedad.

La forma en la que lo puedes degustar depende como este de curado el chosco.

Si está bien curado se consume en lonchas, como cualquier otro embutido, mientras que si no lo está tanto, se pincha la tripa para que no explote y se mete en agua hirviendo durante una hora más o menos.

Así podemos comer el chosco frío, después de varios días de haberlo cocinado.

Y después de toda es palabrería, lo mejor es que te pases por nuestra casa y te lo sirvamos en el plato y no te quedes con dudas de si te gusta o no te gusta.

Otra de la magia de estas tierras, son los potes, en este caso el pote de berzas.

Si ni siquiera te suena la palabra, te lo vamos a explicar un poco.

El pote asturiano, también llamado potaje de berzas, es el cocido más tradicional.

El plato estrella durante las épocas de otoño a invierno, es un plato de gran sabor que suele prepararse en un pote u olla, por eso tiene ese nombre.

Las berzas además, es una verdura llena de nutrientes, es rica en vitamina C, lo cual la convierte en un gran antioxidante, además de reforzar el sistema inmune y ayudar a disminuir el colesterol. 

También destaca por tener alto contenido en folatos que contribuyen al crecimiento de los tejidos maternos durante el embarazo.

Y su alto contenido en fibra insoluble, favorece la sensación de saciedad y el tránsito intestinal, con lo que mejora el estreñimiento.

Vamos que además que entra bien y no te mata al salir.

Asimismo, la berza es una de las verduras más diuréticas, con mucho potasio lo que la hace una verdura buena que actúa como antiinflamatorio y favorece el sistema inmunológico.

Hay más platos típicos, pero sin probar estos no puedes irte.

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